La reflexión es lo único que se puede aportar a aquello sobre lo que ya está todo escrito.
Aquí se habla de toros y de la vida, como en las viejas tabernas.

martes, 14 de abril de 2015

SÁNCHEZ VARA: ¿TRAIDOR O VÍCTIMA?

El matador de toros Sánchez Vara anunció hace unas semanas su actuación en solitario ante seis toros de la legendaria ganadería de Palha en Guadalajara el próximo 18 de abril, conmemorando así en su ciudad el 15º aniversario de su alternativa.




Hasta ahí todo más o menos normal. Otra encerrona de esas que van siendo cada vez más habituales, otra épica con toros de los llamados duros de un torero en su localidad.
Pero en este caso concreto hay un matiz diferente. El diestro alcarreño lleva muchos años arrastrando un pesado lastre: la etiqueta de tunelero (dícese del profesional taurino que actúa cobrando por debajo de los mínimos legalmente establecidos creando así competencia desleal dentro de su profesión). Una etiqueta que, dicho sea de paso, él nunca ha desmentido.

Recientemente, la Unión Nacional de Picadores y Banderilleros Españoles (UNPBE) emitía un comunicado expresando que ha instado a todos sus afiliados a no actuar en dicho festejo, alegando que tal actuación supondría un incumplimiento del vigente Convenio Nacional Taurino por encontrarse el matador de toros en la situación de denegación del visado de sus contratos por la Comisión de Seguimiento del Convenio. Comunicado que cerraban asegurando que ningún afiliado de la UNPBE actuará en el reseñado festejo.
Pocas horas después, era el apoderado de Sánchez Vara, José Montes, quien emitía un comunicado que respondía al anterior negando que los afiliados de dicha asociación desestimen torear con su matador en tan señalado día y asegurando que ninguno de los actuantes del festejo incumplirá el convenio. Para dar más credibilidad a sus palabras incluso adjunta copia del contrato visado por el convenio correspondiente según la afiliación sindical del matador.

Personalmente, no me interesa esta guerra de comunicados oficiales donde cada uno barre para casa y trata de lavar su imagen de la mejor forma posible.

Todo esto me vuelve a recordar una eterna duda personal. Vaya por delante que no seré yo quien defienda la competencia desleal o el incumplimiento de un convenio colectivo en ninguna profesión. Jamás lo he hecho y jamás lo haré. Pero cabe recordar que esto no ocurre de forma unilateral. Para que exista un tunelero antes debe existir una empresa que imponga esas condiciones fraudulentas para poder torear.

¿Quién es más culpable? ¿El que impone esas ilícitas condiciones o el que las acepta? Quizá la respuesta más sencilla sería decir que ambos. El empresario puede alegar que de otro modo su negocio no le sale mínimamente rentable mientras que el torero puede decir que de otra forma no le contratan en ningún sitio y por tanto no podría ejercer su profesión, de la que depende su sustento y el de su familia.

A mí personalmente, me parece más culpable el empresario, ya que si éste no puede montar un festejo cumpliendo todos los requisitos legales y que al mismo tiempo le sea rentable (no olvidemos que son empresarios y no una ONG) sencillamente puede no montarlo y dedicarse a confeccionar otro tipo de espectáculos taurinos o directamente cambiar de negocio.
¿Pero el torero? El torero es un hombre que lleva toda su vida entregado en cuerpo y alma a su profesión y que en la mayoría de los casos no sabe ni puede hacer otra cosa más que torear. Un simple peón de este tablero de ajedrez sin normas en el que eso que llaman el sistema ha convertido al toreo, donde los jugadores (léase empresarios) mueven las fichas a su antojo y hacen trampas de mutuo acuerdo. "Pon tú aquí tu caballo que yo te pongo allí a mi alfil, lo dejamos en tablas y ganamos los dos".
Este sistema ha convertido al 90% de los toreros, que son quienes se juegan los muslos, la vida y el prestigio, en simples cromos. Algunos se compran caros (si no son buenos ya se encargan ellos de subir su cotización si les interesa), otros se intercambian y otros simplemente se tiran a la basura, sin importar lo más mínimo su trayectoria, su lucha y su dedicación.

Siempre son de alabar aquellos que deciden no pasar por el aro y que prefieren no torear antes que hacerlo en contra de sus principios, su dignidad y su profesión. Pero quizá no todos estén en la posibilidad de tomar tan loable decisión y no tengan más remedio que tragarse sus propios principios para dar de comer a su familia y aceptar lo poco que les den tapándose los ojos ante el convenio. Insisto en que no defiendo esta postura, igual que insisto en que me parece más miserable quien propicia que esto ocurra, quien marca esas indignas condiciones.

También cabría recalcar que ese humilde torero llamado Sánchez Vara (para mí, un superviviente del toreo en todos los sentidos), se está llevando todos los palos. Palos que habría que repartir entre muchísimos más que hacen exactamente lo mismo. El porqué lo desconozco, pero ese lastre parece que se han encargado de colgárselo sólo a él.
Además, hagamos un ejercicio de memoria y recordemos cuantos toreros y banderilleros del actual circuito de las ferias han pasado por ese túnel en épocas pasadas hasta poder hacerse un hueco en su actual y más o menos cómoda posición.

Por todo esto me pregunto por qué la UNPBE no insta a todos sus afiliados a no torear en las plazas cuyos gerentes han incumplido ese convenio, en lugar de hacerlo en contra de un matador de toros en concreto. Quizá sea porque tendrían que borrar demasiadas plazas del mapa y su petición sería inviable...

Resulta que ahora, en estos tiempos donde se educa más al aficionado en materia de chanchullos de despacho y menos en lo estrictamente taurino (ahí tienen a muchos aficionados muy jóvenes que saben más de apoderamientos y honorarios que de toros), importan más estos comunicados que van y vienen que el hecho de que un tío se vaya a encerrar con 6 TOROS 6 de Palha, quizá para reivindicarse e intentar salir de ese relegado y oscuro rincón donde se encuentra atrapado.

Suerte, torero.

Alberto CH - @alberto_chps


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