La reflexión es lo único que se puede aportar a aquello sobre lo que ya está todo escrito.
Aquí se habla de toros y de la vida, como en las viejas tabernas.

viernes, 14 de noviembre de 2014

LAS CARTAS SOBRE LA MESA

Hace varias semanas la periodista Gloria Sánchez Grande dejaba caer en Twitter el rumor de que Iván Fandiño podría estar preparando algo grande para el comienzo de su temporada española 2015. También lo adelantaron el blog "Banderillas Negras" y el portal "Pureza y Emoción".
Ayer lo hacía público el diario ABC: El torero de Orduña se encerrará con seis toros de diferentes ganaderías de las llamadas duras, nada menos que en Las Ventas el Domingo de Ramos. Las ganaderías que se barajan son Partido de Resina, Palha, Victorino, Adolfo, Miura, Cuadri, Escolar o Baltasar Ibán.

Para ver la noticia completa pinche aquí:  ABC Iván Fandiño solo ante el peligro...




Esta gesta sin precedentes es toda una declaración de intenciones. Poner las cartas, sus cartas, sobre la mesa y responder de forma contundente a todos aquéllos que han dudado de él como torero tras la controvertida temporada de 2014.
Me resulta curioso tener que tildar de controvertida una temporada en la que ha abierto la puerta grande de Madrid, ha cortado cuatro orejas en la feria del toro de Pamplona y salió también a hombros en Mont de Marsan (entre otros muchos sitios) tras cortas tres apéndices a ejemplares de La Quinta acartelado junto a El Juli.
La controversia llega por el ganado lidiado en esta pasada temporada, predominando (quizá de forma excesiva) el encaste Domecq, en muchas ocasiones con compañeros de terna que poco o nada tienen que ver con su concepto. Y es que una parte de la afición le había colgado el sambenito de ser torero de las mal llamadas ganaderías duras, cuando en realidad siempre fue un torero todoterreno al que no olvidemos que lo de Domecq le ha dado buenos resultados.

La afición más purista le reclamaba una mayor variedad de encastes (y con razón), algo que siempre fue santo y seña en su concepto como torero, y eso es lo que dará, pero de forma vertiginosa para abrir temporada en el coso venteño.
Por criticar, han criticado (y mucho) hasta el hecho de no brindar al Rey ninguna de sus faenas en la corrida de Beneficencia de Madrid, donde compartió cartel con dos primerísimas figuras del toreo como son Juli y Talavante y se lidiaron ejemplares de Alcurrucén. Desconozco los verdaderos motivos por los que no lo hizo, y sinceramente, no me interesan lo más mínimo. Muchos ya inventaron que esos motivos fueron por su ideología. Es curioso, a los aficionados se nos llena la boca con la palabra libertad, pero después no respetamos la libertad ideológica o política del que se pone delante del de los rizos. Para lo que nos conviene decimos eso tan socorrido y cierto de que la política y los toros no tienen nada que ver, y resulta que muchos demostraron lo contrario. A mí, la única ideología de un torero que me interesa es la que demuestra en el albero delante de ese al que tiene que rendir cuentas para poder rendírselas también al aficionado.

Puedo entender la desilusión y crítica de algunos aficionados que se aferraron a él como a un oasis en un desierto de toreo banal, impuro y falto de verdad, y ahora ven como se acartela con algunos de esos toreros comodín que tan lejos están de su concepto y con los mismos toros del sota, caballo y rey de las figuras. Pero también sé que éste es diferente, quiero pensar que ésta ha debido ser una temporada similar a un campamento base, necesario para tomar oxígeno y seguir subiendo hasta el Everest, el pico más alto del mundo (y aun así haber abierto la puerta grande de Madrid y los logros antes mencionados...).

Iván Fandiño aterrizó en Guadalajara allá por 2002, tras haber debutado ya con picadores cerca de su tierra natal, para hacerse TORERO y llegar a lo más alto, cueste lo que cueste.
Yo le he visto hacer casi 700 kilómetros diarios para entrenar en el coso de Las Cruces y torear en las durísimas capeas de los pueblos alcarreños. Le he visto tragar chapa y talanquera innumerables veces. Le he visto matar lo que nadie quería matar.
Aquel joven que apareció como de la nada en la que fue mi tierra durante muchos años y extrañaba a los lugareños por su recio cuerpo y valor seco, empezó pronto a ser respetado y seguido por la zona.

Todo esto llegó de la mano de  quien confió en él de forma definitiva y quien también sabe de primera mano lo duro y difícil que es llegar a ser algo en este mundo tan exigente, elitista y, por qué no decirlo, manipulado. Hablo del que un día fue novillero, de esos incansables, y que se anunciaba en los carteles como García Poveda. Hoy es conocido como Néstor García, apoderado (independiente). Juntos formaron un tándem poderoso, un duro "entrenador" físico y mental y un "alumno" valiente, concienciado y siempre dispuesto a triunfar cueste lo que cueste.
Juntos han supuesto un continuo desafío al férreo sistema taurino y han conseguido llegar muy arriba, pero no a la cima, aún no. A la cima se llega cuando se toca techo y, personalmente, creo que este torero tiene aún progreso y muchos logros por delante.

Aquí no hay multitudinaria, festiva y mediática presentación de temporada meses antes de que empiece, en discotecas o auditorios. Aquí hay un torero que anuncia más que una gesta, una hazaña. Un tío cuyas credenciales no son palabras en un estrado, sino hechos en una plaza. Alguien que viene a recordarnos como llegó arriba, con muchos litros de sudor y sangre, y a dar una demostración de vergüenza torera y de como se responde a una afición que reclama algo.

Suerte, torero.

Alberto CH - @alberto_chps




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